sábado, 20 de julio de 2013

Tener las ideas claras



Los discursos parten de una intención y del efecto que deseemos lograr a los interlocutores.
La invención de la que habla la retorica consiste en la recopilación de los contenidos de los que se va a hablar., los cuales muestran la citada intención, sea el carácter explicativo, argumentativo, emotivo. Ya sea unidireccional o monológico,  o dialogante. Lo importante es determinar con claridad le fin o fines de la comunicación.
El tema y los contenidos básicos  contienen aquellas expectativas e intenciones del público, las circunstancias que lo rodean, los posibles efectos, las reacciones de aceptación y contrarias. El error en la elección de un tema o de los contenidos conlleva el fracaso del discurso.
Junto al contenido o a la idea principal, recogeremos otras ideas complementarias; que explican, matizan, añaden comentarios para la mejor comprensión del discurso, se debe consultar y utilizar otras fuentes, pensar en  ejemplos anécdotas para ilustrar los dicho, agilizar y dinamizar la explicación , para apoyar nuestros juicios y opiniones, reforzar la argumentación, romper la monotonía, captar y, cuando el discurso avance, mantener la atención o dar un respiro a los oyentes, relajar el ambiente, etc.;  todo con el fin de lograr la mayor eficiencia y eficacia.
El buen orador va a ganarse al público.

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