Los discursos parten
de una intención y del efecto que deseemos lograr a los interlocutores.
La invención de la que
habla la retorica consiste en la recopilación de los contenidos de los que se
va a hablar., los cuales muestran la citada intención, sea el carácter explicativo,
argumentativo, emotivo. Ya sea unidireccional o monológico, o dialogante. Lo importante es determinar con
claridad le fin o fines de la comunicación.
El tema y los
contenidos básicos contienen aquellas
expectativas e intenciones del público, las circunstancias que lo rodean, los
posibles efectos, las reacciones de aceptación y contrarias. El error en la elección
de un tema o de los contenidos conlleva el fracaso del discurso.
Junto al contenido o a
la idea principal, recogeremos otras ideas complementarias; que explican, matizan,
añaden comentarios para la mejor comprensión del discurso, se debe consultar y
utilizar otras fuentes, pensar en ejemplos anécdotas para ilustrar los dicho,
agilizar y dinamizar la explicación , para apoyar nuestros juicios y opiniones,
reforzar la argumentación, romper la monotonía, captar y, cuando el discurso
avance, mantener la atención o dar un respiro a los oyentes, relajar el
ambiente, etc.; todo con el fin de
lograr la mayor eficiencia y eficacia.
El buen orador va a
ganarse al público.
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