sábado, 20 de julio de 2013

Adecuado o, más exactamente, ajustado al tiempo



El discurso tiene un límite de tiempo.  Se sabe que en su practica, se hace uso de de discursos dialogantes, intervenciones,  y demás; todo ello debe estar bajo el tiempo permitido. Dicen que si la tiempo establecido en una hora, el publico, al cumplirse lo dicho, comenzara a  pensar en otras cosas. Es mejor preparar un discurso en cuarenta y cinco minutos.
La improvisación es en muchos oradores la cusa de su incontrolada  verborragia y de su falta de control de tiempo. Cuando un orador le falta tiempo en su intervención denota falta de preparación y de organización del contenido, cuando no también inseguridad.
Si uno tuviera el tiempo del mundo para decir algo, no tendrían oyentes.

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